jueves, 31 de diciembre de 2009

Ciao bello!

Enero frio, febrero esperanzado, marzo solitario, abril gris, mayo naranja, junio relajado, julio grande, agosto dulce, septiembre terrorífico, octubre cambiante, noviembre real, diciembre nuevo.

martes, 29 de diciembre de 2009

Жизнь

Iba a ser uno de esos días que permanecen en la memoria de quien los protagoniza para siempre. Uno de esos días que tantas veces había imaginado. Se levantó muy temprano aquella mañana aunque le quedaban muchas horas aún para "su momento de gloria", pero los nervios le impedían descansar al igual que le impidieron probar bocado durante todo el día. Contó las horas eternas una a una, como un niño que espera ansioso los regalos del Olentzero. Y por fin llegó la hora de empezar a prepararse: se duchó pacientemente, se vistió con un vestido negro precioso que le había prestado su mejor amiga para la ocasión y que además le hacía parecer más delgada y estilizada, se maquilló poco a poco y con mucho cuidado buscando el punto intermedio entre ir demasiado informal y parecer una guarra, y se subió en unos tacones de doce centimetros. Por un momento pensó en cambiarse de zapatos cuando su acompañante ya le estaba esperando para acudir a su cita, pero se dijo a si misma que ese día quería estar estupenda y que la ocasión lo merecía, estaba dispuesta a soportar el dolor de pies al día siguiente.
De modo que allí estaba ella, sentada en una butaca roja y rodeada de cientos de personas igualmente nerviosas y pulcramente vestidas. Las manos le sudaban y su corazón latía tan velozmente y con tanta fuerza que pensó que no sería capaz de caminar en linea recta y sin tropezar hasta el micrófono. Pero por fín llego su hora, y entre aplausos comenzó, nerviosa, a hablar:


"No queremos ser uno más, ser iguales que el resto de la gente, pero irremediablemente todos tenemos algo en común que nos une y nos iguala: el dolor. Puede que muchos no conozcamos ni aprendamos jamás qué es el amor, pero el sufrimiento lo experimentamos todos nosotros en algún momento de nuestra vida. Sí, hay diferentes grados de dolor, y muy diversos motivos por los que padecerlo, pero para quien no conoce el horror, el sufrimiento máximo será aquel que a otro le parecería un mal menor, y no por ello resultará más llevadero a quien lo sufre.
La pérdida de una persona sin la cual no podemos concebir nada que se asemeje lo más mínimo a la felicidad, la impotencia ante una situación de injusticia, el desamor que hace que nos falte el aire o la enfermedad que nos va pudriendo por dentro cuando aún nos queda tanto por vivir.
Y sé que soy una de esas personas de este miserable planeta que ha tenido la suerte de nacer en el hemisferio correcto, en el país correcto y en la familia correcta. No hablo desde luego del completo bienestar ni de la perfección, pero me abruma el saber que teniéndolo todo para ser completamente feliz, demasiadas veces mi vida carece de sentido o se encuentra en una especie de punto muerto en el que me convierto en una espectadora ausente en mi propia realidad. Prefiero en esos momentos agarrarme al dicho francés "c'est la vie", pero cada vez me resulta un soporte más flojo e inseguro.
En realidad es fácil, con un poco más de corazón y un poco menos de pudor. Pero tengo miedo al fracaso, a decepcionar a los demás, a estar alejandome cada vez más de esa maldita perfección. Y cuanto más miedo tengo, peor juego mis cartas, más me desespero.
En realidad es fácil, con un poco más de corazón y un poco menos de pudor. Y llegará el día en el que una de esas personas que me da la vida ya no esté, pero en mi corazón al menos habrá paz (además de dolor) por haber aprovechado cada estúpido momento compartido con ella; llegará el día en el que una enfermedad amenace mi existencia; pero tendré paz gracias a la certeza de haber invertido lo mejor posible todo mi miserable tiempo; y cuando luche contra alguna injusticia, aunque sea una causa perdida, tendré paz por saber que luché dignamente desde las majestuosas fuerzas de la verdad, la justicia y el amor infinito por la vida.
Sé que habrá momentos de flaqueza, de ira, de malestar y decepción, de soledad y tristeza...pero todo ello es parte de nosotros y si tenemos la capacidad de sentir dichas emociones en las que sin duda interviene alguien más que nosotros mismos, quizás sea que tampoco somos tan egoístas, quizás sea que los demás nos preocupan algo, un mínimo, que todavía hay esperanza y que un mundo mejor es posible. O simplemente sea que es parte necesaria de nuestra vida, necesaria para comprender este mundo loco, las difíciles relaciones entre seres humanos y a nosotros mismos."

miércoles, 23 de diciembre de 2009

En otro tiempo y en otra ciudad...

Uno a uno los minutos van pasando, las horas, los días...y de pronto nos encontramos con que estamos otra vez a punto de despedir un año en el que hemos aprendido, llorado, reído, visto y oído, sentido y madurado. Y llegados a este punto nos preguntamos, una vez más, cual ha sido el balance de este 2009, qué queremos para el año que ya se nos está echando encima, que esperanzas, deseos, miedos y secretos le pedimos.
Y nos damos cuenta de que un año más todo aquello que deberíamos haber hecho sigue quedando pendiente y se une otra vez a la lista de cosas que aún siguen por hacer. Me doy cuenta de que esta vez tampoco he aprendido a vivir día a día, a sentirme agusto siendo lo que soy, a intentar mejorar en cada momento, a pedir más para mi y para los que quiero, a luchar, a amar.
Pero también soy consciente de que cada día estoy más cerca de conseguirlo. Con cada error que he cometido en estos últimos doce meses y su correspondiente angustia, llorera y lamentación, me voy acercando pasito a pasito a la sabiduría. No esa que te da la felicidad completa y eterna claro, simplemente esa que te sirve para ir soportando el día a día, ir viviendo, poco a poco. La aceptación de que la perfección está también en los defectos, en lo que no tenemos y hemos perdido. Ser consciente de que pidiendo menos muchas veces se obtiene más.
Y espero que cuando suene el maldito despertador todas las malditas mañanas del resto de mi vida, sepa que cualquier día puede ser el mejor y dedicarme una sonrisa somnolienta y sin maquillaje ni adornos en el espejo que me ve amanecer con mala cara cada mañana.
Quizás el año que viene.

domingo, 20 de diciembre de 2009

D hour

Todos los días. No entiende ni de horarios ni de festivos. Acude a ella en esas horas de calles desiertas, aves nocturnas y oscuridad perra.



Una de las fotografías de Patrick Farrell, Pulitzer en la categoría de fotografía de noticias, sobre las consecuencias del huracán Ike.


http://www.youtube.com/watch?v=loNU4fVpO8E

viernes, 11 de diciembre de 2009

La sondicatunación.

El espectro de lo que un día fue se acerca hacia las ventanas, lanza cuchillos y deshilacha corazones hechos con luces de neón. Siente el ansia por saborear ese nosequé diferente y apasionado que busca en el valle del adiós. El comienzo en mares enormes y fieles. El final odiado a la vuelta de la esquina. No hay temor, no hay odio... sólo imaginación: vivir tumbada, soñar de pie. Bailar al son de la tortura gritando placer por dolor. Recuerdos maravillosos de lo que nunca sucedió y sueños imposibles creciendo en jarrones floreados con olor a anís.
Lo siento, lo necesito. Me ladra en los oídos, me brilla en las retinas.


martes, 8 de diciembre de 2009

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Gau bakartietako aspaldiko lagun,

Izerdi tantek nire gorputz beroa bustitzen dute denboraren nozioa galdu eta zoramenak gidatu zuen gau hartako detaile txiki bakoitza burura ekartzen dudanean.
Urduri geunden bata bestearen aurrean elkarri begira eta zentzugabeko elkarrizketaren ostean, zure bihotzaren taupadak entzuteko moduko isiltasuna nagusitu zen. Zure hatzamar perfektuak nire gorputza marraztu nahiean ibili ziren sekretuan eta gure ezpainak hurbiltzen joan ziren, pixkanaka, mundua gu biontzako geldiaraziz. Eta zure usain leuna sentitu nuen nire gorputzeko bazter guztietan sartzen, azkenean, gure ezpainek bat egin zutenean.
Hotzikara batek goitik behera zeharkatzen nau oraindik ere gogoratzen dudanean zelan zure eskuak nire ile tartean galtzen ziren, ni zure begien handitasunean bezala. Arnasa baino ez zen entzuten. Arnas arina, arnas beroa. ¡Zein goxoak izan ziren izara azpian emandako musu urduriak! Eztanda egingo nuela uste izan nuen momentu batez zure gorputzaren txoko txiki guztiak aztertzen nituen bitartean, betirako nire oroimeneko kaxoi sekretu batean gordez, momentu zoragarri hura inoiz ez galtzeko.
Gaur ohe berean etzanda nago, izara berdinen artean. Baina zerbait falta da: zure gorputza, zure usaina, zure hitzak… Ze txikia sentitzen naizen ohe erraldoi hontan galduta, ze min egiten duen bakardadeak eta horrek sortarazten didan beldur honek eta zenbat botatzen dudan faltan gau hotzetan zure beso tartean babestuta sentitzea!
Baina badakit nire zorion momentu txiki hura pasa zela aspaldi, orain beste batek gozatuko zaituela eta nire ametsetako erreinuan bakarrik egongo garela berriro ere bata bestearen aurrean, biluzik, segundu labur baina ahaztezin batzuetan denboraren dimentsioa apurtuz. Ene maitea, zein laburra den maitasuna, eta zein luzea ahaztea!


Noizbait, lekuren batean, edozein ordutan , nire bila etorriko zarelakoan,

Lasterarte bihotz.

domingo, 29 de noviembre de 2009

The lovers are losing


Somos personas de costumbres. Nos gusta la rutina, hacer siempre lo mismo y de la misma manera. Bien sea el orden en el que desempeñamos tareas simples como por ejemplo limpiarse la cara, desayunar y vestirse por las mañanas según nos levantamos de la cama, o el lado del autobús o la fila que elegimos a diario para sentarnos. Y ocurre que si estas pequeñas costumbres se ven alteradas, nos sentimos raros, incomodos, desorientados. No nos gusta que cambien las cosas de sitio en nuestro cajón de la ropa interior, simplemente porque sólo nosotros sabemos en que lado ponemos los sujetadores dentro de ese armonioso desorden. Al igual que tampoco nos gusta encontrar que alguien está sentado justo en el sitio en el que normalmente tú te sentarías.
Nos ponemos nerviosos y nos volvemos inseguros porque nos encontramos ante algo nuevo y desconocido. Creo que algunos lo llaman miedo, o pánico.
Supongo que todos conocemos esa sensación que te aborda, que te invade, que te quita el aire. Cuando una persona va robandote poco a poco trozitos de corazón y acapara cada vez más y más. E intentamos protegernos de esa pequeña y externa invasión sorpresa. Nos ponemos corazas y rechazamos el riesgo. Nuestra rutina se ve de pronto, sin previo aviso, amenazada.

resumamos:

-Es que no lo entiendo, parece que una mujer y un hombre no pueden hablar sin tener más pretensiones ni intereses que el simple hecho de mantener una conversación. Cada vez que me acerco a una persona del sexo opuesto porque me parece interesante, porque me gusta independientemente de que sea una rubia despampanante o un obeso de cincuenta y siete años , parece que todo el mundo se gira a mirarme como diciendo: "mira, ya está ese intentando tirarse a esa tía con su diálogo fácil y pelota, ¡qué típico!" Y me toca los cojones.
-Sí, sí, estoy completamente de acuerdo. Por ejemplo, ahora yo estoy hablando contigo y no quiero follarte.



-Claro...
Bueno, me voy a buscar a mis amigos.

martes, 17 de noviembre de 2009

Me gusta el olor de la ropa recién planchada,





 el chocolate




y que mi pelo roce mi espalda desnuda.


jueves, 12 de noviembre de 2009

The final countdown



Desnuda frente al espejo, se da cuenta de los años que arrastran sus patas de gallo y sus arrugas de la frente. La papada que tanto ha odiado siempre es ya casi imposible de disimular y el contorno de la boca, completamente flácido, sugiere una sonrisa infeliz (nada más lejos de la realidad).
Los años no perdonan, sobre todo si los dedicas a vivir, y se caga en la puta sociedad que la ha criticado durante toda su vida por haber elegido que no quería ser normal. O al menos lo que ellos consideraban como tal.(que por cierto, es algo que le hace mucha gracia: ¿quién coño decide cuales son los patrones de normalidad?)
Mete tripa, saca pecho, se mira el culo y se dice a si misma, sin sonido pero vocalizando, que en su próxima vida se cuidará mejor. Fumará menos, beberá más agua y menos vino, hará deporte tres veces por semana, sustituirá las patatas fritas por brócoli y lechuga, irá a misa los domingos y asistirá a un club de lectura los jueves por la tarde.

martes, 3 de noviembre de 2009

Love is in the air

Mientras los pasajeros de mi alrededor van cayendo uno a uno en un sueño ligero de autobús y yo intento sumergirme en una lectura obligada muy poco apasionante, reparo sin proponermelo en un joven de camiseta azul que se sienta justo delante mio. Varón, unos veintitrés años, alto, universitario. Está hablando por telefono y su manera de hablar pausada, amistosa y coloquial me anima a seguir el hilo de la conversación. A medida que pasan los minutos empiezo a sentir simpatía por ese chico de rostro familiar, que posee un humor discreto, un lenguaje culto y que me parece, a simple vista, o en este caso oído, un tío inteligente. Y cuanto más oigo, más curiosidad siento por saber quién se encuentra al otro lado del telefono, su novia, que viene precisamente en un autobús que se va cruzar con el nuestro en breves momentos.

Y ahí llega, y veo como una sonrisa aparece en la cara del chico del móvil mientras saluda con la mano y una sombra borrosa contesta desde el otro lado de la carretera. El momento que llevaban esperando desde el inicio de la conversación telefónica que se remonta a veinte minutos atrás en la terminal de autobuses.  Y él la mira bajarse, y cómo camina por la calle, y no le pierde de vista hasta que desaparece entre la multitud, y, sobretodo, sigue sonriendo. No cabe duda: está enamorado.
Sin quererlo, una sonrisa tonta se aloja en mi cara y una frase da vueltas en mi cabeza: qué bonito es el amor.

miércoles, 28 de octubre de 2009

Dust in the wind



Puede que no sepa nada sobre naves espaciales, física cuántica, geomagnetismo, coches y sobre la mayoría de los deportes y modalidades artísticas que han existido en la historia de la humanidad, pero sé que eres de esas personas que aman tanto la compañía como la soledad; Sé que no te gusta hablar con nadie por las mañanas hasta haber desayunado, que te asusta la velocidad y que te resulta muy molesto el ruido de las motos. Sé que disfrutas casi tanto bailando sola frente al espejo como cantando a gritos en la ducha. Sé que te encanta comer con las manos, que detestas el kas de limón, que contemplas a la gente cuando piensa que nadie les está mirando y que cuando algo te hace gracia necesitas compartirlo con alguien y buscas la complicidad de una cara amiga. También sé que observas tu reflejo en todos los escaparates, que te encantan los fulares y los sombreritos, y que te quedas mirando fijamente al vacio cuando algo te preocupa y quieres que te pregunten en que piensas. Sé que nunca dirás tú la primera palabra, pero que siempre tienes que decir la última; que te gustaba el jarabe para la fiebre del frasco amarillo que tomabas de pequeña; y que te sacas autofotos con el móvil poniendo caras raras aunque no lo reconozcas y siempre borres las pruebas del delito. Sé que lloras a menudo aunque sólo el cincuenta por ciento de las veces lo hagas de verdad y no por desahogarte y liberar tensiones y que cuando te vas a dormir sueñas despierta duranto un buen rato antes de empezar a hacerlo de verdad.

domingo, 25 de octubre de 2009

Whatever works.

Me gusta meterme en la cama con caletines de colores (o rombos en su defecto) en invierno y quedarme quieta hasta que mi cuerpo alcanza la temperatura ideal, y quitarmelos entonces dejando que mis pies desnudos sueñen entre las sábanas frías mientras yo me sumerjo en el mejor momento del día.


jueves, 22 de octubre de 2009

Ya pihi irakema

En un rincón perdido, lejos de todo y cerca de nada. Donde el aire surca los océanos de fuego y el sol besa la tierra. Donde el viento no corta la piel y el tiempo se pierde en un cajón congelado. Sí, allí, muy lejos. Es ahí donde lo ví. Lo prometo, te juro que no estoy mintiendo, I promise!

Y vale...no, no lo he vuelto a ver. ¿Que cómo estoy tan segura de su existencia, de que no fuera mi imaginación? No estoy segura, pero en lo más profundo de mi ser quiero creer que es verdad y que no se os ocurra juzgarme por ello...o es que acaso vos no soñais? No teneis deseos? Uno inconfesable, al que temeis, ecandaloso y diferente, verdadero, profundo y único...uno de esos que te dicen quien eres.
Dan mucho miedo.

jueves, 15 de octubre de 2009

Ojalá se te acabe la mirada constante, la palabra precisa, la sonrisa perfecta.


Siempre estuvo ahí, pero no supe verlo. Era lo que buscaba y no lo vi siquiera. Pasó tan inadvertido a mi lado que para cuando reaccioné ya era demasiado tarde. No hablo de amor y no hablo de arrepentimiento; Hablo de locura, de utopía, de lo que pudo haber sido, lo que no es y lo que no será.
Las personas, los objetos, los momentos...es simplemente algo que ocurre, pero que jamás espera. O lo cojes o lo dejas. Y para cuando quieres darte cuenta e intentas soltarte de las ataduras que te imponen la sociedad, el miedo o tu misma, casi siempre es demasiado tarde y ya no están. Porque lo que nos gusta, lo bueno, lo bonito, lo que amamos, se acaba gastando de tanto usarlo o, muchas veces, tan solo saboreamos una pequeña parte de su maravilloso sabor a libertad antes de que se nos vaya de las manos para no regresar.
Sí, yo llamo libertad a aceptar aquello que contra todo pronóstico nuestro corazón nos dicta. Es libertad cuando eres tú quien elige que quieres hacer con tu vida y no actúas para los demas haciendo lo que ellos esperan de ti. Creéme si te digo que acabas arrepintiéndote de no querer ser libre.

http://www.youtube.com/watch?v=u80ocuvZxmY

sábado, 10 de octubre de 2009

Son las cuatro de la tarde de un sabado, tienes resaca y llevas uno de los días más raros de tu vida. Demasiadas cosas que procesar de un viernes de locura, caos, alcohol y lloreras. Abres la ventana de par en par y dejas que el frío aire otoñal ocupe los rinconcitos vacíos de tu dormitorio y te metes en la cama aún desecha que parece que te está llamando a gritos. Te acurrucas debajo del edredón, te tapas de pies a cabeza y empiezas a ver el mundo de color rojo anaranjado. Y notas como el nudo del estomago se va haciendo más y más grande, y llega un punto en el que parece que vas a explotar, pero no te preocupes porque estas protegida bajo ese mundo tecnicolor del que te has adueñado momentáneamente. Las lágrimas empiezan a bajar por tus mejillas y tu no te has dado ni cuenta de que hasta aquí hemos llegado y que en el fondo tampoco es tan malo. Asique poco a poco vas recobrando la consciencia y decides sacar tu cabezita de entre las sabanas y volver a respirar.


viernes, 2 de octubre de 2009

Just because i`m losing...

Egunek luziek izen ziren baina beragaz emondakuek labur ein iakozan, laburregi... Bera behar zauen onduen, edo beintzet berataz ein eban idea hura, bere buruen bueltaka hainbeste denbora egon zan ideia zoragarrixe.
Bere albuen esnatu gure dau egunero, goizaldeko ordu bitxi hoietan bere besotartien egon. Baki eztala halan izengo, agur esatie tokau zala oin dala denbora asko, ta azken muxu hura emon eutson horretan bazekien azkena izengo zala, aspaldi galdu ebazala bere fitxak haien joku berezi hartan.
Ta orain bile dabil, batetik bestera, hutsunie bete nahian...berak oniño eztaki horretarako bilatzieri utzi bier dotzola. Baina beldur da, berari ez iakoz katuek gustatzen, ta nork imaginau leike amama zahar bat txakurrekaz?

Bakardadie, bilurre. Bakardadieri bilurre ta bilurreri beldur.

domingo, 27 de septiembre de 2009

Luck!


Recuerdo cómo nos poníamos las botas comiendo algodón de azucar después de habernos gastado la paga en los autos de choce intentado ligar con uno de nuestros amores platónicos infantiles. También que jugabamos al trivial junior y que yo me picaba porque no me sabía las respuestas de las preguntas sobre Disney, que le iba a hacer si no las había visto! Siempre fuí más de jugar con camiones y tirarme de los pelos con mi hermana que de esas que juegan con muñecas y les encanta la sirenita. Por eso me sentía rara cuando tú me enseñabas tu enorme colección de barbies, que por cierto, estaban prácticamente todas descuartizadas. Y sí, te envidiaba! Pero luego jugabamos al escondite en la oscuridad y desordenabamos todo y me iba a casa con una sonrisa de oreja a oreja. Jugabamos al "pilla-pilla" dando vueltas a una portería, y aunque el juego podía terminar en el segundo dos, nos gustaba correr y fingir que las reglas eran otras y que había determinadas cosas que no se podían hacer porque así el juego duraba más. Qué felices eramos inventándonos el mundo e imaginándonos la vida.

domingo, 20 de septiembre de 2009

Enjoy the silence.


Es curiosa la necesidad que sentimos de oir algo constantemente a nuestro al rededor. Bien sea la voz del compañero diciendo cosas sin ton ni son por no verse envuelto en un momento incomodo que se crea entre dos conocidos o incluso amigos que no tienen mucho que decirse y no sienten la suficiente confianza como para disfrutar del silencio que les rodea. O la manía de hacer el amor con música de fondo, con la emisión radiofónica vespertina o con alguna estúpida serie de television del año 99 que dan en el canal catorce a las tres de la madrugada.

Y puede que yo sea la primera que en el ascensor le hable al vecino del sexto de lo revuelto que está el tiempo últimamente o que tararee una canción y haga aspavientos sin cesar para huir de él. Pero si te soy sincera no le tengo miedo. Es más, me gusta disfrutar y oir cada latido de tu corazón cuando apoyo mi cabeza en tu pecho; me gusta oir el vaivén de los árboles que se mecen, despacio, a lo lejos; me gusta el sonido pausado de tu respiración; me gusta oir la lluvia cuando choca con mi paraguas y cuando en atardeceres tormentosos golpea violenta mis ventanas; me gusta simplemente sentarme en un lugar tranquilo sin tener nada que hacer, sin prisa y disfrutar del silencio y de la oportunidad que me brinda para dedicarme un momento a mi misma y pensar. Siéntate a mi lado, acaricia mi mano y no digas nada. Los gestos valen siempre más que las palabras.

lunes, 14 de septiembre de 2009

Anónimos


19:52 de un lunes cualquiera por la tarde. Begoña y Ana se dirigen a casa tras un día de trabajo agotador con las bolsas de la compra recién hecha en el Eroski más cercano. En ese mismo momento, un hombre que goza de la jubilación anticipada disfruta de los últimos minutos del sol otoñal mientras recuerda nostálgico como en otros días más felices se hayaba sentado en aquel mismo banco junto a una bella mujer. Justo en ese instante la primera gota de sudor baja por la frente de Fernando que acaba de empezar a correr con su silla de ruedas en la pista paralímpica de las afueras. Es entonces cuando Javi rodea con su brazo el cuerpo desnudo de María en el asiento trasero de un Ford fiesta. Mientras tanto Lorena se pregunta cuantos minutos de anuncios quedan para que empiece el resumen de la vigésimo novena edición de Gran Hermano. Y en ese preciso minuto, las miradas de dos completos desconocidos se cruzan por primera vez en la estación de metro mas concurrida de la ciudad y por un sólo segundo el tiempo se para para que ellos mueran de placer perdiendose en la inmensidad de un pequeño detalle que es capaz de hacer que el mundo deje de girar.

domingo, 6 de septiembre de 2009

I'd rather dance with you.

Sale el sol en el lejano horizonte. Tus ojos me buscan en el más misterioso de los secretos, en silencio, sin ruido. El tiempo se para para abrazarte mejor, sin prisa. Los labios que un día acariciaron mis mejillas en un profundo silencio lo hacen hoy de nuevo pidiendome que no me vaya nunca. El viento mece las hojas de los árboles que me han visto crecer en estas mismas calles en las que hoy aún seguimos paseando. Y sé que no será eterno, al igual que la vida, pero quiero seguir disfrutando de ti mucho tiempo y le pido al cielo que no te lleve nunca de mi lado. Ya van más de diez, y hace mucho que deje de poder contarlos con los dedos de las manos.

domingo, 23 de agosto de 2009

Los hombres que no amaban a las mujeres y los que amaban hablar de amor.

"Vestía de marfil y traía el mundo en la mirada" decía Carlos Ruiz Zafón en su novela La sombra del viento. Habían pasado muchos años y ahora su vida se parecía más a un mal sueño que al cuento de hadas que la vida le había ofrecido.
Habían pasado muchos años desde aquellos en los que parecía que nadie se interpondría en su camino. Ya no era la misma de entonces, las personas cambian. Ya lo decía Pablo Neruda "nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos" y aunque hace apenas unos años nadie lo diría, aquella mujer que prometía devorar a quien se interpusiera en su camino e irradiaba fuerza y seguridad donde quiera que estubiese, se encontraba sometida al más doloroso, injusto y humillante de los sufrimientos, aquel que se sufre en silencio. El dolor mudo, la soledad sorda y la pena infinita.
Pronto el estar abrazados viendo el sol nacer, los besos inquietos bajo las sabanas y las sonrisas complices dejaron lugar al exceso de confianza, al olvido de la necesidad de cuidar el amor y al final, al primer insulto y la duda, al primer empujón y la verguenza, y al primer puñetazo y el terror.
Y lo peor, lo que nunca se perdonaría a si misma, es que a pesar de todo el daño causado y todas las héridas que aún quedaban por cicatrizar,él y sólo él era el amor de su vida, el hombre que amaría hasta el día de su muerte, que ya no debía estar muy lejos. Porque como decía Gabriel García Márquez "la memoria del corazón elimina los malos recuerdos y magnifica los buenos, y gracias a ese artificio, logramos sobrellevar el pasado" o en su caso, la vida misma, el día a día.

viernes, 14 de agosto de 2009

¿Y bien...?


Sabía muy bien a lo que se enfrentaba; sabía que ella no era la típica maniquí de escaparate que podía cerrar la boca y sonreir a quien se le plantara delante adulando su majestuosidad. Claro que esto no suponía que no fuera hermosa, más bien todo lo contrario, poseía una belleza anormal, atípica y maravillosa que había conseguido enamorarle al primer contacto visual.
Tenía piercings adornando diferentes partes de su cuerpo. Algunos siempre a la vista, el de la nariz, la ceja y los que cubrían su oreja izquierda de arriba a abajo, y otros, entre los que se encontraba su favorito indiscutible, que quedaban ocultos de las miradas penetrantes que le lanzaban a menudo hipocritas acosadores de la intimidad ajena que fingían que el ideal de belleza trataba de seguir los parametros actuales de moda (cuerpos esqueléticos de pechos enormes y largos cabellos rubios teñidos), pero que, sin embargo, quedaban prendados por ella y deseaban descubrir todos los secretos que guardaba aquel cuerpo bendito.
Estaba nervioso, realmente no sabía exactamente como presentarla, temía que no la aceptasen...y eso que aquel día vestía bastante más discreta de lo que le tenía acostumbrado: unos baqueros ligeramente rajados y ajustados de talle alto, una camiseta que apenas le cubría el ombligo, sus habituales botas altas de estilo militar y aquellos labios pintados de rojo que eran su seña de identidad.
De modo que tocaron el timbre de aquella casa que ahora le parecia tan extraña mientras recordaba los años que había vivido allí y lo lejanos que le parecían y se dio cuenta, en aquellos segundos de espera que le parecieron eternos, que estaba junto al amor de su vida, que él la había elegido y que quería pasar el resto de su vida junto a ella. Vale que no fuera lo corriente, lo esperado, lo recomendable, pero, ¿y que?


martes, 11 de agosto de 2009

Agosto dulce.

Enero frio, febrero esperanzado, marzo solitario, abril gris, mayo naranja, junio relajado, julio grande, agosto...

lunes, 3 de agosto de 2009

Ella.

El cursor va borrando una por una cada una de las letras y las palabras que llevo queriendo escribir durante casi media hora. Lo cierto es que no sé por donde empezar, que decir, si no me escudo en alguien anónimo que, desdeluego, no soy yo. Tú, él o ella.
Pero una vez tomada la determinación de escribir en mi nombre, desde el corazón, no soy capaz de encontrar las palabras, no sé como se hace para decir lo que se siente. Porque no sé mirar hacia dentro y buscar en mi interior. Porque es más fácil mirar hacia otro lado, no querer ver la mierda que nos rodea y fingir que somos alguien diferente de quien en realidad somos.
Lo cierto es que soy cobarde y no soy capaz de decir lo que realmente quiero decirte, simplemente no puedo. Y no te creas que no me siento mal por ello, pero aún asi, a medida que escribo palabras sin sentido, de manera que no las entienda probablemente ni yo misma cuando las relea dentro de un par de semanas, me voy sintiendo mejor.
Ya noto que me voy perdiendo, viajo a otra realidad: la de la soledad y la autocompadecencia y poco a poco resucita el yo bueno, el alegre, el que sabe fingir, el que mañana saldrá a la calle con una sonrisa a cuestas, el que reirá, y encima lo hará de corazón gracias a las personas que sí que están ahí, que no han huído a una dimensión paralela muchísimo mas sencilla. Una vida nueva.
Y sí, es cierto que estoy dramatizando, en realidad nada es tan horrible como lo quiero ver, puede ser, porque no, que mas darán las razones, quien necesita razones...(y esta frase me suena, se la he debido de plagiar a alguien, ni siquiera recuerdo a quién)...
Total, que ella vuelve a sentir que no es ella, sabe que esta fingiendo, día a día. Finge ser alguien diferente, alguien mejor. O eso es lo que ella cree. La consecuencia de una supuesta no aceptación, el verse obligada a corresponder a los demás, a cumplir con lo que se espera de ella, a no decepcionar...pero no se preocupen, sólo es un acto de rebeldía controlada y ,sobretodo (faltaría más), pasajera.

miércoles, 29 de julio de 2009

Let's start a life.


Te das cuenta de que todo este tiempo ha sido una ilusión, que has intentado retener a tu lado personas que en realidad no querían estarlo y te sientes idiota, pero afortunada de haberte dado cuenta al fin que es hora de empezar de nuevo. Qué feliz has sido con tu propia idea de felicidad en la cabeza, dandole vueltas y diciendote que sí, que todo ha sido genial, desde el momento cero hasta hoy. Y mira, que te quiten lo bailao, pero no podrán decir que no te ha cambiado. Eres si no mejor, al menos diferente. Con tus nuevas ideas acerca de Platón, la probabilidad y las obras de arte egipcias. Es cierto que todo eso ya acabó y que ahora que estais en una encrucijada de caminos a cada cual le tocará seguir con el suyo, construir poco a poco un futuro misterioso, pero prometedor, que nos guiña un ojo y nos sonrie timidamente desde la incertidumbre. No sabes que pasará con ninguno de nosotros, si el destino nos volverá a juntar o simplemente seremos un pequeño recuerdo en el último cajón de nuestros magullados pero aún fuertes corazones. Y te da miedo, te encuentras en el borde de un precipicio y la caída puede ser mortal. Y yo te digo, no temas, dame la mano y salta conmigo. Bon voyage, mon amie.

jueves, 23 de julio de 2009

-No me mires así.
-Así cómo?
-Como si fuera la última vez, como si este fuera mi momento, como si fuera la única ocasión que me vas a dar para quererte, para decirte que quiero querdarme contigo.
-Yo nunca te dije que pudieras hacer tal cosa.
-Lo siento, se me olvidó pedirte permiso para enloquecer por ti y por tus ojos transparentes y por tu sonrisa impecable y por tu dulce voz y por tu forma de tocarme...Lo siento por no ser esa clase de persona que puede separar el placer del amor, o lo ansiado de la realidad. Lo siento por jugar a intentarlo una y otra vez sin tener en cuenta las posibles consecuencias.

Ella siguió mirandole fijamente a los ojos, esos ojos que pedían a gritos comprensión, compañía y, sobretodo, cariño, y una gran sonrisa ocupó el lugar del que hasta el momento había sido un rostro más bien fúnebre.
-Enseñame.
-¿Qué?
-A que sienta yo también lo mismo por ti. Lo siento por no ser esa clase de persona que se enamora fácilmente, por no querer amar por miedo a que me duela cuando me quede sóla, por no saber...

Antes de terminar aquella frase su habitual aspecto sombrío había vuelto y sus labios empezaron a temblar al mismo tiempo que sus ojos se llenaban de lágrimas. Él cogió su mano y la apretó fuerte contra sí, y ,sin dejar de mirarla a los ojos ni un solo segundo, le susurró:
-No tengas miedo, jamás te dejaré sóla. Yo tampoco sabía qué era el amor hasta que te conocí.

viernes, 17 de julio de 2009

Ay, amor!


Te pasas la vida intentando evitarles el dolor, alejándoles del sufrimiento y mostrándoles sólo las partes bellas de la vida. Cuando son pequeños siempre encuentras las palabras correctas, esa combinación mágica de letras que consigue que las lágrimas dejen de brotar; Es fácil poner tiritas sobre las héridas. Pero, de pronto, llega un día en el que esas héridas son demasiado hondas. Llega un día en el que ya no puedes esconderles más de la verdad, de la vida. Y ese día empiezas a ser tu quién sufre con ellos porque ya no está en tus manos su felicidad. Ahora ya no puedes hacer nada para protegerlos. Al fin y al cabo, quién puede vendarles el corazón?

domingo, 12 de julio de 2009

Más allá.


Se oyen a lo lejos los susurros de la ciudad que nunca duerme. En las entrañas de ese nuevo mundo desconocido, duermen las almas exhaustas de quienes un día olvidaron quienes eran y dejaron atrás todo lo que hasta el momento habían conocido.
"Hogares" sin ley, personas para las que felicidad significa la llamada telefónica que, aunque triste, te devuelve las ganas de vivir.
Nunca imaginaron que el viaje que casi les cuesta la vida, sería el comienzo de su infierno particular. Nunca imaginaron que el mundo les daría la espalda por vestir cada día su piel de un color diferente.
(08-07-2009)

miércoles, 10 de junio de 2009

-Quédate, para siempre.


-He venido por ti.

Casi le da un vuelco el corazón. No sabía que decir, ni que hacer, ni siquiera estaba segura de que él fuese quien pensaba, pero entonces descubrió su sonrisa al otro lado del sombrío apartamento que se fundía con la casi completa oscuridad. Era sincera, de eso no cabía duda y si después de todo él seguía allí esperandola, sólo podía pensar que se trataba de amor verdadero. Asique hizo lo mejor que pudo haber hecho: se entregó en cuerpo y alma, desde entonces y para siempre, a aquel hombre que aguardaba en silencio, sin pausa, pero sin prisa, a que ella lo encontrara en algún lugar recóndito de su joven corazón.
Quedó impasible allí mismo, esperando que una fuerza superior la guiara en el camino, pero en vez de eso él se le acercó y la desnudó con sus manos fuertes, prenda por prenda, despacio, y la llevó hasta el dormitorio en brazos. Cerró los ojos, quería memorizar cada segundo que pasara con él, quería retenerlo en su memoria para siempre. Buscó sus labios en la oscuridad, lo apretó contra sí y sintió los latidos de su corazón a través de sus pechos firmes y nerviosos. Se dejó llevar y agudizó todos sus sentidos y se dijo a sí misma que, si la perfección existía y tenía un olor, era el de él.

sábado, 6 de junio de 2009

Agua y sed, serio problema.


No es tenerlo todo o no tener nada, no es sonreir sin motivo o llorar desconsolada. Es genial que no tenga que ser blanco o negro, lleno o vacío, calor o frio. Y encima rima.
Me lo dijo alguien hace mucho tiempo. No, espera, puede que lo leyera en algún sitio, o lo oyera por la tele o la radio...o quizá me lo acabo de inventar, que más da.
Y esque ya lo decía la canción "razon y piel, dificil mezcla", pero no imposible.
Esa misma persona que puede, o no, que me dijera eso, me hablo de la amistad, del amor, de la rabia acumulada, de lo que nunca se dijo, de lo que nunca se dirá, de las sonrisas y las lágrimas, del pudor y de las supersticiones. Me dijo que todo eran sueños, que todo estaba en nuestras cabezas. Me dijo que lo que pensabamos era lo que sentíamos. Que al final todos somos lo que queremos ser, y que actuamos y sentimos guiados por nuestros mas íntimos y secretos deseos. Me dijo que nuestro cerebro, o la ausencia de el en algunos casos, manda sobre el corazón.

Bueno, eso me dijo. Creo recordar que se llamaba Laín Coubert...yo todavía no sé si creerle. Hay algo raro en todo este embrollo.

domingo, 24 de mayo de 2009

Elige la vida


Parece increible que pasase tanto tiempo hasta que descubrí el placer de disfrutar de las cosas más pequeñas e insignificantes. Unos pocos segundos de armonía y paz interior pueden convertir un día normal, en uno feliz. Pueden hacer que conocerse a una misma llege a ser una de las mejores cosas que haya en esta vida por hacer. Y no es que este encantada de haberme conocido, que lo estoy, porque al fin y al cabo soy yo, y sólo me tengo a mi. Porque en el fondo, quienes seguirán a nuestro lado, pase lo que pase, desde el momento que nacemos hasta el momento en el que exhalamos el último suspiro de vida que el destino, la casualidad o la divina providencia nos ofrece, somos y siempre será así, nosotros mismos. Al final resulta que estamos rodeados de millones de personas, objetos y situaciones, pero que para disfrutar de todo ello, tenemos que disfrutar de nosotros mismos, de nuestra vida. Y es por eso que cuando descubres que algo tan anodino e intrascendente como el calor de una taza de café y una manta un día solitario de invierno, o el sentir de la hierba húmeda jugueteando bajo nuestros desnudos y siempre feos pies, o la serenidad de comprobar que con una mirada eres capaz de entenderte con alguien mejor que si te explicaras con mil palabras, o saborear los labios de la persona amada, o el frescor de la lluvia veraniega correteando por tu cabello y desprendiendose de ti lentamente, gota a gota,por tu cara...
Son tantos esos pequeños trozos de vida que casi siempre se nos escapan...Y un día, dentro de mucho, mucho tiempo, miraremos atrás y nos daremos cuenta de cuanto tiempo, cuanta felicidad y cuantas sonrisas tontas y sin sentido hemos malgastado en este círculo vicioso e interminable al que algunos pocos, y sólo aquellos que la disfrutan, se permiten el gustazo de llamarlo vida. Y no te creas que es dificil encontrarla, sólo hay que cerrar los ojos, dejar de pensar, soltarle la mano a la realidad y dejarse llevar por los sentidos, los pálpitos, los deseos íntimos, la intuición....y empezar. Empezar la vida abrazando la efe de felicidad para un día poder alegrarte de haber sido quien eres.

viernes, 8 de mayo de 2009

Elemental, querido Watson.


Se mira en el viejo espejo de la sombría habitación y, por primera vez desde que ingresó, se da cuenta de su aspecto débil y terrorífico y del sosiego que reina en todo el edificio: solamente se oye un televisor que anuncia, un par de habitaciones más al fondo, las noticias del mediodía y de vez en cuando el sonido de las pisadas insonoras de las muertas vivientes que pasean por los pasillos impolutos y solitarios.

Nunca ántes se había percatado del poder del silencio. Según ella lo hacen queriendo, pero no para que descansen, sino para que se sientan mal, se angustien y oigan incluso los latidos de sus corazones marchitos. Todos están en su contra, le mienten y se rien de ella a sus espaldas; le engañan y le desean el mal. Pero no conseguirán que sea una vaca sebosa. Oh, no. Ella sabe que sólo se lo dicen porque le odian; odio y envidia.

Pero hoy es diferente, tras un año y cuatro meses ingresada en el ala este de psiquiatría y a las puertas de la muerte, se encuentra por primera vez con el responsable de su paulatino y mordaz asesinato. Sabe que no le queda mucho tiempo de vida y utiliza sus últimas fuerzas para enfrentarse a su fantasma, a su enfermedad.

Se mira en el viejo espejo de la sombría habitación, pero por primera vez el sentimiento de lástima hacia sí misma, un ápice de arrepentimiento, ocupa el lugar del orgullo y la falsa felicidad. No se reconoce, y en ese último camino hacia la muerte no ve ninguna luz al final de un túnel, únicamente la silueta consumida de una niña que no supo quererse.

jueves, 30 de abril de 2009

Promesas, orgullo y verdad.


Nunca supe si es mejor conocer la verdad hiriente o vivir en la felicidad del autoengaño. Sentir que hay algo más que lo que vemos a simple vista, frente al miedo de preguntar y descubrir una realidad casi siempre lacerante y dolorosa.
La posibilidad de ver nuestro orgullo herido, la posibilidad de quedarnos sin la coraza que nos protege y la posibilidad de desenmascarar las mentiras que nos salvan del abismo del dolor irreversible hacen que vivamos más felices huyendo, ignorando la verdad. Porque no queremos que aquellas promesas que auguraban felicidad y bienestar caigan en el olvido, porque es más fácil mirar hacia otro lado y negar lo evidente.
Pero no lo pronunciaré en voz alta o tendré que enfrentarme a la posibilidad de una evidencia desagradable.

martes, 14 de abril de 2009

Invisibles


Me llamo Nely y tengo 14 años. Recuerdo que hace seis un hombre blanco vino de madrugada a mi casa. Recuerdo que era una noche lluviosa, y los gritos entre mamá y papá me despertaron. Hablaban de mi, la mayor de cinco hermanos, la única chica y la que mejor precio alcanzaría en el mercado. Recuerdo que mamá vino a nuestra habitación, yo me hice la dormida porque no quería disgustarla y ella me despertó con un susurró y una lágrima que se le escapó y cayó sobre mi.
Y ahí estaba yo frente a tres desconocidos: uno que no había visto nunca antes y otros dos que llevaban 8 años fingiendo ser mis padres, pero que aquella noche estaban irreconocibles.
Pese a todo levante la vista y fijé mis tristes y pequeños ojos en el hombre blanco. Fue la primera y última vez que mire a los ojos a mi nuevo dueño, nunca jamás en los próximos años tuve el valor de volver a hacerlo.
Ordenó que me desnudara, quería comprobar que todo estubiera en orden, saber que hacía la elección correcta y mi papá sonrió cuando supo cuanto dinero valía mi vida.
Cada noche sueño con volver atrás en el tiempo para poder preguntarles porqué lo hicieron. Sueño que vuelvo a casa y que mamá me cuenta que realmente la situación mejoró gracias al dinero que recibieron a cambio de mi libertad. Y sueño que ya no tengo que dejar que hombres sudorosos se posen sobre mi y me obliguen a someterme a todo tipo de vejaciones.
Quisiera poder negarme cuando me piden que me desnude, quisiera poder huir.
Pero qué más da, al fin y al cabo mi vida no vale más que un lavavajillas.

domingo, 12 de abril de 2009


El humo que se respira por todo el bar entra y sale de tus pulmones. Notas como la cabeza te da vueltas y, si cierras los ojos, la sensación de estar en una montaña rusa parece casi real. Te estás mareando, la gente no para de moverse a tu alrededor...empiezas a darte cuenta de que vomitar va a ser casi inevitable.
Y aún así, cualquier canción que suene en el stereo, cualquier letra cutre y romántica que se oiga entre el barullo te seguirá recordando a él. Y te seguirás sintiendo imbécil. Sólo queda pensar una vez más que c'est la vie.

lunes, 30 de marzo de 2009

¿Quién tira la primera piedra?




Siento que ya llega, que ya está aquí y una sensación abrumadora y terrorífica me invade. Me cuesta respirar y la vista se me está nublando tras los barrotes de mi carcel particular. Me tiemblan las piernas y los gritos desgarran mi garganta cuando me meten por la fuerza en un hoyo y me cubren de tierra hasta la cintura.
Lloro, imploro a Dios y a estos hombres el perdón. Siento el vacio, la muerte, y estoy muy asustada. Parece que no me oyen y que todos mis ruegos y súplicas se ahogan en mi interior.
Sé que no hay vuelta atrás y solo pido que me mate la primera piedra. Sollozo en silencio, no merecen mis gritos...no se merecen mi sufrimiento. La ira y las lágrimas me ciegan casi por completo y apenas consigo ver un círculo de personas a mi alrededor. No sé cuanto tiempo transcurre hasta que recibo el primer golpe. Debe de ser muy poco porque ya empiezo a notar la sangre y me estoy mareando, pero no siento dolor.
El odio, el rencor y la ira han desaparecido. Lo siento tanto. Lo siento tanto por todas esas personas a las que se les arrebata su más preciado tesoro. Me siento impotente. No entiendo como aún en el año 2009 miles de mujeres siguen muriendo a manos de asesinos anónimos y completamente impunes. No entiendo porqué me están quitando la libertad, la vida.

Pero por fín llega, todo ha terminado. Ya están aquí la oscuridad y el silencio.



miércoles, 25 de marzo de 2009

Sometime around midnight.


No puede dormir. Da vueltas y vueltas en la cama, pero lo único que consigue es que la espalda y el cuello le empiecen a doler, como solo lo hacen en las noches frías de insomio que impiden que cruce la nítida frontera entre el mundo real y el idílico mundo de los sueños.
La echa tantísimo de menos que le duele incluso recordarla. Ojalá pudiera tenerla a su lado y recorrer cada centímetro de su cuerpo con su lengua, saboreando hasta la última gota de su sudor delicioso. Quisiera poder abrazarla y besarla como sólo los verdaderos amantes saben hacerlo. Le gustaba tanto amarla y que ella le amase!
Fuera la temperatura es muy baja, es una de esas noches de invierno en las que se te quedan los pies congelados y amaneces con dolor de garganta, pero no es nada de eso lo que no le deja dormir. De hecho, su corazón está tan, tan frío que no ha pegado ojo desde que ella se marchó.
Los años pasan y consigue olvidarla, pasar página, decirle adiós al amor de su vida; pero un buen día los astros se alinean y el destino y la suerte se alían para llevarla otra vez a su vida en una calurosa tarde de verano en el mismo parque en que la vio por primera vez.
El mismo brillo en sus ojos, la misma sonrisa sincera, su largo cabello rizado...es ella, no cabe duda. Los recuerdos no engañan y él la ha recordado cada noche, incluso cuando supo que jamás volvería a tenerla y ya había rehecho su vida. Al otro lado del parque ella aún no lo ha visto y será mejor así, de lo contrario, el morirá cuando sus ojos perfectos lo miren de nuevo y sepa que no verá otra vez su rostro reflejado en ellos.
Y empieza a correr en la dirección opuesta y lo hace tan fuerte y durante tanto tiempo, que cuando al fín se para en un extremo desconocido de su propia ciudad, se da cuenta de que las lágrimas no pueden dejar de brotar, que le cuesta respirar y que tal día como hoy, con 35 grados a la sombra y los rayos del sol quemando en todo su cuerpo ardiente de pasión e impotencia, su corazón sigue tan, tan frío como la primera vez que ella le abandono.


viernes, 20 de marzo de 2009

Timing is crucial.


Creo que voy a quedarme aquí con los ojos cerrados. Como en esos instantes en los que te acabas de despertar, pero no quieres abrir los ojos porque sabes que, de permanecer así, tus sueños perdurarán más tiempo. En esos pocos segundos todo es posible. Es posible seguir saboreando el dulce aroma de la compañía y de los lugares que te han acompañado durante toda la noche. Sí, creo que me quedaré aquí e intentaré no despertar, me aferraré a los sueños.

sábado, 14 de marzo de 2009

¿Té o café?


7:00. El despertador suena como a diario en la habitación oscura. De muy mala gana abre los ojos y pulsa todos los botones del maldito aparato que está a su lado para conseguir acallar el ruido punzante del alarm clock. No le queda otra, tendrá que abrir las persianas y hacerle frente a un buen día en potencia, a otras 16 horas banales o al peor de los peores días de cuantos haya imaginado...nunca se sabe.
Espera 5 minutos antes de salir de la cama, haciendo esfuerzos para no volver a dormirse, mientras repasa mentalmente las cosas que tiene que hacer hoy. Bien, está preparada, cree que será capaz de sacar sus pies desnudos de entre las sabanas y tienta a la suerte y se rie de las supersticiones apoyando primero, con clase y elegancia, su pie izquierdo de uñas nacaradas sobre el frío suelo de madera. Ha! Si tiene que tener un mal día, al menos que lo haya provocado ella, jamás volverá a estar en las manos ciegas del destino.
Se mete en la ducha y mete la cabeza bajo el chorro de agua caliente(casi hirviendo, como a ella le gusta) y piensa en la ropa que se pondrá. Mira por donde, le apetece ponerse el viejo jersei de lana pasado de moda hace unas veinte temporadas. Y es más, no piensa ponerse pantalones, simplemente unas medias de color verde fosforito. ¿Por qué? Porque le da la santa gana.
Está en la cocina y piensa para sí qué desayunará hoy mientras suena en la radio una de esas canciones que aborrece, pero de las que se sabe la letra de pe a pa. ¿Tea or coffee? Al carajo, hoy se tomará un buen vaso de cola-cao...y que coño, porque no, también unas cuantas madalenas...de las que engordan por favor.

domingo, 8 de marzo de 2009

;


Odio el no-compromiso, la falta de coherencia, la falsedad, los especímenes coloquialmente conocidos como bocachanclas y, sobretodo, la intolerancia, que vendría a ser el culpable de la mayoría, si no todos, los males que azotan la sociedad.

Me gusta la verdad, la transparencia, el sentido común, la inteligencia, la mentalidad abierta, la empatía y ,sobretodo, la tolerancia.

viernes, 6 de marzo de 2009

Another lonely day


¿Recuerdas como era? Diferente, lejano, feliz, infantil, divertido, agradable, tranquilo, ordenado...

jueves, 26 de febrero de 2009

Morning Yearning

Si algo he aprendido es que actuar según impulsos no hace más que empeorar las cosas. Deberíamos mirarnos en un espejo y ver que nuestro reflejo muchas veces es exactamente el mismo que el de esa persona, justo esa a la que juramos no parecernos nunca. No sé cuando deje de hacerle caso al corazón y empecé a preocuparme por el sentido común, por mi orgullo y por las opiniones ajenas, y no precisamente por las que deberían importarme. Hace no mucho estaba segura de mi misma, sabía quien era, a donde iba, porque, cuando y como...hoy ya no sé nada. Ni contigo, ni sin ti.

domingo, 15 de febrero de 2009

Yomanía


Tic-tac, tic-tac. Y nos sumergimos en una nueva dimensión; en la de las sensaciones, los sentimientos, las locuras y los desvaríos.

Siento, lamento y desmiento, pero sigo sin saber nada. Nada de nada. Oigo en mi interior los pasos del silencio sobre los desiertos de experiencias. Aterradoras, magníficas, locas, insensatas, reales y ficticias.

Me encuentro otra vez esperando, no se a qué ni a quién. No sé si lo que siento es real o es lo que quiero sentir, lo que parece correcto y lo que me conviene. Lo siento, pero nose si es por haber cometido un error o porque puede que ello traiga consecuencias negativas a mi vida. Al fin y al cabo el bien y la solidaridad son sólo consecuencias del egoísmo. Todo para sentirse bien con uno mismo. Egocentrismo puro y duro en el valle de la vanidad.

martes, 10 de febrero de 2009

Punto y aparte


Ha sucedido lo que llevaba temiendo desde hacía tiempo. Se terminó, y esta vez para siempre, cree. La luz se dio cuenta por fin de que eso que creía su perfecta compañera, aquello que tachaba de oscuridad pura y absoluta, no era sino una pequeña sombra, nada más. Ahora sólo le queda a la oscuridad resignarse en la noche, y amanecer en soledad. Le toca volver a empezar, pero antes de empezar una nueva búsqueda sabe que en mucho tiempo comparará todo lo demás con esa luz que tanto le marcó un día.
(Fotografía: Walker Evans)

lunes, 9 de febrero de 2009

Serenidad


Camina a la misma hora y por la misma calle de siempre y se cruza con las mismas personas que intercambian miradas con ella a diario. Pero hoy es diferente. Bueno, en realidad nada a cambiado, sólo ella.

Anda despacio, por primera vez en mucho tiempo no tiene prisa. Lleva el abrigo azul que tanto le gusta y disfruta del sol que acaricia sus mejillas. Le encanta esa sensación de tener frío y a la vez sentir el sol que templa poco a poco su piel rosada por las bajas temperaturas. Hoy el tiempo no existe. Por fin las cosas están en orden y no puede evitar sonreirle a la vida. No sabe por cuanto tiempo durará esta agradable sensación y le gustaría detener el tiempo, mantenerse ausente del resto de la humanidad durante una temporada, porque de esa manera nada ni nadie podría empeorar esa nueva situación en la que se encuentra ni ese nuevo estado de ánimo que le encanta. Sólo quiere quedarse quieta, cerrar los ojos y disfrutar.

domingo, 8 de febrero de 2009

Efímero.


Casi consigo que los rayos de sol quemen mis labios que amanecen sabiendo a vacio. El vacio que se llena sólo de mirarlo y que es tan, tan débil que temo mirarle de frente por miedo a hacerle daño y cambiar el orden, modificar esas reglas no escritas, de este juego que empezamos a jugar hace ya mucho tiempo. El infinito está introduciendose en mi vida y no se que hacer para echarlo...que se vaya, porque esta sensación de deberle algo a alguien empieza a hartarme. Y aunque me pese, siento en mi interior que esto se acaba, poco a poco, pero ya noto que va muriendo. El tiempo es efímero y para cuando quiera darme cuenta estaré de nuevo a solas conmigo misma, con la fragilidad y la rutina del día a día. Lo malo es que cuando menos me lo espero me sorprendo a mi misma sonriendole al pasado y otra vez quiero tenderte la mano y con mi mirada sólo quiero decir una única cosa que, al no pronunciar en voz alta, se que nunca comprenderás.

Me acompañas?

martes, 3 de febrero de 2009

C'est fini.


Aunque ahora nadie lo diría, hubo un día en el que aún esperaba de la vida algo más que un marido infiel, una terrible soledad que no era capaz de afrontar y unas hijas que lejos de ser comprensivas se comportaban como unas malcriadas. Hubo un día en el que fue feliz. Tenía sueños y esperanzas, y, sobretodo, grandes planes de futuro. Pensaba envejecer junto al hombre de quién se había enamorado hacía ya mucho tiempo, lejos, muy lejos, del mundanal ruido de la ciudad donde llevaba toda su vida encerrada.
Cocinar, lavar, limpiar, obedecer, planchar, hacer la compra, llorar, fregar y dormir; ese era el resumen de los últimos años. Recuerda con nostalgia como era todo antes de quedar atrapada para siempre en un matrimonio infeliz. Ha pasado tanto tiempo que ni siquiera consigue recordar lo que se sentía al ser libre y el recuerdo de que él está al caer le hace volver a la realidad. Sin perder el tiempo abre el primer cajón de su cómoda y saca un objeto envuelto en una pequeña sabana blanca. Es una Walther CP99 de fácil manejo y mientras aparta el pequeño trozo de tela que la cubre piensa para sus adentros, orgullosa, que fue un acierto comprarla, nunca se sabe cuando puedes necesitar un arma así.
Los minutos pasan cada vez más lentos. Intenta retener en su memoría los momentos felices de su vida; intenta, sin conseguirlo, encontrar una razón para seguir luchando, para seguir viviendo. Los segundos se empiezan a hacer largos y pesados y se da cuenta de que no merece la pena alargar más esta agonía que la está matando sin necesidad de apretar el gatillo. Sentada en el suelo frío de marmol de la cocina, coge la pistola con las dos manos, cierra los ojos y dispara sin más dilación.
Su cuerpo yace pocos segundos en el suelo manchado de sangre hasta que el marido, que ha oído el sonido sordo de la bala contra la cabeza de su mujer, abre corriendo la puerta del apartamento. Junto al cuerpo hay una nota escrita a mano:
"Tú me mataste hace tiempo cuando dejaste de amarme, yo sólo he apretado el gatillo. He terminado lo que tu empezaste."

domingo, 1 de febrero de 2009

Reino en construcción


Construir castillos de arena es divertido. Eso decía siempre ella. Sobretodo si hay alguien que aporta pequeños granos de arena y está a tu lado mientras lo construyes. Eso si, puede que, de repente, un vendaval intente destruirlo y entonces sí, será mejor que lo derribes tú primero antes de que caiga sobre ti y te hagas daño.

Sólo que ella no existe y soy yo. Por lo demás sí, es así como sucede.
(Fotografía: Una obra de Marco Ortolan.)