sábado, 5 de julio de 2014

Historias, cuentos y fábulas.

C'est fini.
El día esperado, anhelado. Sentirme bien. Tener un poco menos de miedo.
Una sonrisa apacible, tranquila, inquebrantable.
La fragilidad del TIEMPO. Su fugacidad, su subjetividad, su inconmensurabilidad. Nos hace débiles y nos hace fuertes. Adivinar el futuro. (Y menos mal que no podemos hacerlo). No saber y no querer saber.
Contamos historias. Continuamente.


Creamos cuentos y fábulas y las compartimos con los demás. A eso se limita cuanto tenemos que ofrecer. Historias.
Hay que vivir. Hay que llorar por un amor perdido. Hay que sudar haciendo el amor. Hay que caer al suelo desplomada, de cansancio a veces, de risa otras. Hay que bailar en la cocina y, sobretodo, hay que caminar y hacerse un par de ampollas por el camino.
Vivir para contarla dijo Gabriel García Márquez. "La vida no es la que uno vivió, sino la que uno recuerda y cómo la recuerda para contarla."
Y después construimos historias, cuentos y fábulas. Tenemos una vida, un bagaje que compartir.
Yo soy yo y mis cicatrices. Soy yo y mi soledad. Soy yo y mi bullicio. Soy yo y mis anécdotas. Soy yo y mis lágrimas; mis miedos. Esa soy yo, compartiendo mis cuentos con una sonrisa, con amor.