lunes, 10 de enero de 2011

Cosas que (¿no?) hacen que la vida valga la pena.

Esperar a alguien que nunca llega a tiempo; coincidir sí o sí con las barreras del tren y perder el tiempo en el atasco de todos los días; dormirme por las mañanas; la coca-cola sin gas; tener frío mientras duermo; los rumores; tener un pa'luego entre los dientes; las zapatillas de muelles; esperar mucho tiempo al ascensor; pisar kaka de perro; el pelo encrespado y el flequillo desigual; perder el autobús y tener que esperar media hora al siguiente; llegar tarde; tener el día tonto; la cerveza en vaso de plástico; las gafas cuando están sucias; la ruptura del silencio matutino con palabras innecesarias; que quien viaja a tu lado huela mal; los cobardes y los mentirosos, las cobardes y las mentirosas; el mal aliento; no saberme la respuesta correcta; tropezarme en las escaleras delante de un montón de gente; que las lentillas se sequen, piquen, molesten o se muevan; la bordería de un desconocido; hacer el ridículo padre; quemarme accidentalmente con las planchas; escupir al hablar; Danza Kuduro en la radio a las 6:30 de la mañana; tener que ducharme con agua fría; descubrir que ya no me quedan más Kleenex tras estornudar o mear en un bar de madrugada; que se me olviden las llaves de casa y quedarme esperando en el portal; que se me meta una mota de polvo en el ojo e ir por la calle guiñándoselo a todo cristo; desafinar cantando la mejor canción de la historia...

2 comentarios:

  1. Los pequeños detalles de la vida son importantes.

    Bonito dibujo.

    Abrazo y saludos afectuosos!

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  2. Esas cosas, al fin y al cabo, son la vida!

    Un saludo!

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