jueves, 12 de diciembre de 2013

Physical pains and physical pleasures

Me llamo Escarlata y calculo mi edad según las cicatrices que viajan con mi cuerpo. Physical pains, physical pleasures, tal y como decía Paul Auster. De momento cuento tres, aunque la ultima vale triple y preveo otro par pronto…así que puedo decir que ya soy bastante vieja. De las heridas en el corazón es mejor que no hablemos, aun no te conozco lo suficiente.
Me gusta el olor a café recién hecho. Sentarme al sol en invierno. Los sombreros. Me gusta hundir manos y pies en la arena de la playa. Me gusta el tacto de mi pelo contra mi espalda. Me gusta mi cuerpo o, mejor dicho, le quiero. Me gustan mis ojos y mi espalda. Me gustan las barbas y el pelo rizado. Me gusta ver películas con mi aita. Y me gusta ir al cine con Jon y Leire. Me gusta ir de poteo y echarme un cigarro con el tercer trago. Me gustan el francés y los franceses. Me gustan las tormentas de verano y mojarme con ellas hasta las bragas. Me gusta que pongan una mano en mi estómago cuando duermo, como si me regalaran vida y energía. Me gusta el sonido de la nieve virgen carraspear bajo mis pies, la exaltación de la amistad a partir de las dos de la mañana y la temperatura perfecta.
Creo que beber una botella de trago cuando te desvelas por la noche es uno de los grandes placeres cotidianos. Me encantan las cadenetas y los trenecillos de los borrachos en las fiestas. Y mi momento favorito del día es cuando, estando muy cansada, me voy a la cama y siento el contraste entre el calor del cuerpo y el frío de las sábanas en los pies. Esos segundos de acomodación climatológica hasta alcanzar la temperatura perfecta. El momento antes del momento.
Antes solía correr. Los latidos del propio corazón, el suelo bajo tus pies, firme, forzar un poco las piernas y los pulmones, ponerte a prueba, sudar. Expulsar toda la mierda de dentro y parar. Sentir el calor, el ahogo, las gotas de sudor que caen. Y sentirte jodidamente dueña de tu cuerpo. Cuerpo y mente. Que puta verdad coño.
Me gustaría hacerme rastas y teñir la mitad de azul. Quiero vivir en Rio y tener un montón de criaturas preciosas y sanas.

Y tú quien eres.

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