miércoles, 29 de octubre de 2014

Le Baiser

Es un pez en las montañas.
Es la nada más absoluta en el caos más anárquico.
Es un silencio sordo en el ojo del huracán.
Es una bocanada de aire en la profundidad del océano.
Es un avión que se detiene en la amplitud del cielo.
Es una tormenta en el desierto.



René Magritte-Les amants.

domingo, 19 de octubre de 2014

Y tú, ¿tienes novio?

Ayer me preguntaron sobre mi vida amorosa, "Y tú, ¿tienes novio?". Cara de sorpresa y ceño fruncido ante mi negativa, casi me sentí en la obligación de pedir perdón por mi soltería. Tuve que enfrascarme en una breve y confusa explicación para justificar esta abominación social en respuesta al "por qué" que escondía casi un "cómo es posible, cómo eres capaz, por qué tal desdicha".


Por unos segundos mi vanidad se vio alimentada y mi ego por las nubes, pero pronto comprendí que la sorpresa poco tenía que ver con mi belleza ensordecedora y mis infinitas cualidades, sino más bien con la creada necesidad social de caminar por la vida de dos en dos. Cómo si no hubiera más posibilidades para deambular por la existencia.
Lo que me resulta asombroso a mi es, de hecho, la facilidad con la que la gente tiende a acercarse a cualquier alma hambrienta de un poco de compañía. La rapidez para ir empalmando pareja tras pareja. La ingente cantidad de dúos aburrido y silenciosos en las cafeterías y los parques, personas, en teoría enamoradas, se supone, sin nada que decirse y con un número de intereses comunes prácticamente igual a cero.
O yo estoy loca o lo que es raro de narices es el terror que profesamos a la soltería, esa desgracia sin parangón, que nos deja inhabilitados, desvalidos, para un correcto funcionamiento vital.
Claro, que también es otra posibilidad que la tierra esté repletita de almas gemelas ajenas hasta debajo de las piedras y a mi la(s) mía(s) se me resistan cual aguja en un pajar. O quizás es simple y llanamente, otra alternativa nada desdeñable y que seguro tiene algo de certera, que estoy celosa, que la envidia me corre por las venas y necesito algún pretexto para auto-convencerme de que (románticamente) sola también es posible vivir.
Reconozco que me funciona bastante bien. Que vive una tranquila queriéndose a si misma sin la necesidad de que el amor del otro reafirme la auto-valía. Porque creo ciegamente que para caminar por la vida de la mano y subsistir acompañados es requisito indispensable no necesitarlo, a toda costa y como borregos, tanto como el aire que respiramos.

viernes, 10 de octubre de 2014

Hitzak

Hitzek salbatu naute.
Hizkuntzak eta letren gainjartzeak ni bizirik irautea ahalbidetu dute.
Hori gertatu ohi da liburu eta mota ezeinetako ezagutzarekin: itsaso basatiaren erdi-erdian, itotzear gaudela, eguzkiaren argitara erakartzeko gaitasuna dute. Soka bat bailitzan, bailiran, bizitzara, nahitaez, lotzeko boterea.
Maite ditut hitzak eta maite dut hauen indar ezin ukatuzkoa.
Hizkuntza da pentsamendu ororen ama, kultura eta jakinduriaren ibilgailu bakarra. Plurimorfikoa, praktikoa, eklektikoa. Hizkuntza da, hau edozein delarik ere (eta zenbat eta gehiago ezagutu eta maitatu, hobe, askoz hobe), ideia egiazkoenen transmisorea. Hizkuntza da, hau edozein delarik ere, gainontzekoekin lotzen-mantentzen-batzen-konektatzen gaituena.
Hitzak dira kultura baten edertasuna. Izan ere, mutuak, soinu bakoak, keinu hutsak direnean ere, gure barren-barrenean giltzapeturik gordetzen dugun hori askatzeko gai baitira. Hizkuntzak, beraz, egiten gaitu libre, aske. Hitzik gabe, ezinezkoak suertatzen direlako ideiak.
Irratian, egunkarian, gure buru eta bihotzetan, istorio ezinezkoetan, ipuin eta fabuletan, pelikula zein antzerkietan, nobel sarien hitzaldietan, Jainko, errege, profeta zein eskaleen mezuetan, eta, noski, gure liburu gustokoenetan, gurasoen maitasunean: hitzak.
Nik ez daukat inolako zalantzarik; Hizkuntzaren edertasunak salbatu nau ni.


Beste garai eta beste herrialde batean, beste hizkuntza baten bidez, Emily Dickinsonek bere erara azaldu zuen:

604
Unto my Books -- so good to turn --
Far ends of tired Days –
It half endears the Abstinence --
And Pain -- is missed -- in Praise --
As Flavors -- cheer Retarded Guests
With Banquettings to be --
So Spices -- stimulate the time
Till my small Library --
It may be Wilderness -- without --
Far feet of failing Men --
But Holiday -- excludes the night --
And it is Bells -- within --
I thank these Kinsmen of the Shelf --
Their Countenances Kid
Enamor -- in Prospective --
And satisfy -- obtained --”


604
¡Qué bueno regresar a mis libros!
-término de los fatigados días-.
Casi compensa la abstinencia,
y el dolor se olvida con el placer.

Como aromas que confortan a los invitados
en el banquete, mientras esperan,
esta fragancia aligera el tiempo hasta que llego
a mi pequeña biblioteca.

Puede haber desolación afuera,
lejanos pasos de hombres que padecen,
pero la fiesta suprime la noche
y hay campanas, interiormente.

Doy las gracias a estos Parientes del Estante.
Sus caras apergaminadas
nos enamoran mientras esperamos,

y nos satisfacen al alcanzarlas.”