jueves, 15 de octubre de 2009

Ojalá se te acabe la mirada constante, la palabra precisa, la sonrisa perfecta.


Siempre estuvo ahí, pero no supe verlo. Era lo que buscaba y no lo vi siquiera. Pasó tan inadvertido a mi lado que para cuando reaccioné ya era demasiado tarde. No hablo de amor y no hablo de arrepentimiento; Hablo de locura, de utopía, de lo que pudo haber sido, lo que no es y lo que no será.
Las personas, los objetos, los momentos...es simplemente algo que ocurre, pero que jamás espera. O lo cojes o lo dejas. Y para cuando quieres darte cuenta e intentas soltarte de las ataduras que te imponen la sociedad, el miedo o tu misma, casi siempre es demasiado tarde y ya no están. Porque lo que nos gusta, lo bueno, lo bonito, lo que amamos, se acaba gastando de tanto usarlo o, muchas veces, tan solo saboreamos una pequeña parte de su maravilloso sabor a libertad antes de que se nos vaya de las manos para no regresar.
Sí, yo llamo libertad a aceptar aquello que contra todo pronóstico nuestro corazón nos dicta. Es libertad cuando eres tú quien elige que quieres hacer con tu vida y no actúas para los demas haciendo lo que ellos esperan de ti. Creéme si te digo que acabas arrepintiéndote de no querer ser libre.

http://www.youtube.com/watch?v=u80ocuvZxmY

1 comentario:

  1. Me gusto tu publicación,haha la imagen lo dice todo..y sip es feo cuando ya te das cuenta de lo que paso.

    ResponderEliminar