miércoles, 28 de octubre de 2009

Dust in the wind



Puede que no sepa nada sobre naves espaciales, física cuántica, geomagnetismo, coches y sobre la mayoría de los deportes y modalidades artísticas que han existido en la historia de la humanidad, pero sé que eres de esas personas que aman tanto la compañía como la soledad; Sé que no te gusta hablar con nadie por las mañanas hasta haber desayunado, que te asusta la velocidad y que te resulta muy molesto el ruido de las motos. Sé que disfrutas casi tanto bailando sola frente al espejo como cantando a gritos en la ducha. Sé que te encanta comer con las manos, que detestas el kas de limón, que contemplas a la gente cuando piensa que nadie les está mirando y que cuando algo te hace gracia necesitas compartirlo con alguien y buscas la complicidad de una cara amiga. También sé que observas tu reflejo en todos los escaparates, que te encantan los fulares y los sombreritos, y que te quedas mirando fijamente al vacio cuando algo te preocupa y quieres que te pregunten en que piensas. Sé que nunca dirás tú la primera palabra, pero que siempre tienes que decir la última; que te gustaba el jarabe para la fiebre del frasco amarillo que tomabas de pequeña; y que te sacas autofotos con el móvil poniendo caras raras aunque no lo reconozcas y siempre borres las pruebas del delito. Sé que lloras a menudo aunque sólo el cincuenta por ciento de las veces lo hagas de verdad y no por desahogarte y liberar tensiones y que cuando te vas a dormir sueñas despierta duranto un buen rato antes de empezar a hacerlo de verdad.

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